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SINGLE VINEYARD O VIÑEDOS ÚNICOS, EL CAMINO A LA EXCELENCIA

Parece una moda, pero no lo es. Es el camino natural en busca de seleccionar los mejores terruños para hacer vinos que únicos que nacen de lugares especiales.

La enología es el arte de mezclar: mezclar variedades o cepas; también, diferentes maneras de hacer el vino y diferentes lugares dentro de un mismo viñedo. Todo ello, con el objetivo de conseguir el mejor vino posible a partir de una mayor diversidad de ingredientes, los que a su vez aportan diversidad de aromas, sabores y sensaciones. Sin embargo, cada vez está más en boga el camino contrario: el camino o el arte de los Single Vineyards vinos de un lote único.

En español, esta terminología anglosajona que vemos cada vez con más frecuencia en las etiquetas de vinos de alta gama en los países de Nuevo Mundo, como Argentina, Chile, Australia, busca reflejar con la mayor pureza posible el carácter de un solo lugar; más allá de las variedades o el cómo el vino se elabore. Es el concepto más purista que se desarrolla a partir del conocimiento más profundo sobre lo que llamamos el terroir en francés o del terruño en español. Un concepto que nace a su vez de siglos de observar un viñedo plantado en un mismo lugar, y comprender qué variedades o lugares dentro de éste, dan los mejores vinos. Es el concepto, en resumen, de separar y separar para solo embotellar lo mejor. Y sí, venderlo al mayor precio que merece estar en el mercado; debido a su cantidad limitada y alta demanda.

Ciertamente, determinar cuál es el mejor vino dentro de un mismo viñedo, no es una tarea fácil, por aquello de que el mejor vino es el que a cada quien más le gusta. Pero, si recordamos que al hablar de terruños, es el hacedor del vino quien a través de años de entendimiento es quién selecciona lo mejor, es su criterio, sea cual sea éste, el que manda. Y como experto de su propio lugar ¿quién podría llevarle la contraria?

La idea del Single Vineyard no es algo nuevo, aunque no siempre lo hemos visto en las etiquetas de nuestros vinos. Debemos ir más atrás en la historia, tanto como a la era de los monjes Cistercienses en la Edad Media, quienes en Borgoña, con el tiempo suficiente entre jornadas, recursos y una precisa metodología para comparar, comenzaron a separar los mejores lotes entre sus viñedos, y a identificarlos con el nombre de particularidades que observaban en sus paisajes. Estas pequeñas unidades de terruños, determinadas por su particular geografía y suelos, son lo que hoy se llaman lieu-dit o climats en francés. De manos cistercienses, nacieron a vez, los más afamados viñedos de Borgoña, y del mundo, categorizados más tarde como Grand Cru o Premier Cru. Misma distinción reciben, por cierto, los mejores viñedos de Alsacia, Beaujolais y Burdeos en Francia. Términos que también veremos en nuestras etiquetas del Nuevo Mundo en la actualidad, precisamente con el mismo objetivo: separar y clasificar lo mejor dentro de un territorio mayor.

Así por ejemplo, en Chile han nacido Single Vineyards de gran prestigio, como Quebrada Seca en el Valle del Limarí, Las Dichas en el valle de Casablanca o Apalta en el Valle de Colchagua. Mientras, en el Itata, ya viñateros con experiencia internacional, hablan de sus mejores viñedos como Crus.

Como diría Marcelo Retamal, quien creó toda una línea de vinos Single Vineyard en Viña De Martino, seleccionado las mejores uvas desde el norte a sur de Chile: en Francia comenzaron con este trabajo hace cientos de años, nosotros hemos logrado mucho en apenas tres décadas, pero todavía nos falta para alcanzarlos. ¿Qué nos falta? A través del entendimiento de los lugares y sus vinos: separar, separar, separar…