Servicio del vino
Si elegiste el origen, el momento y la compañía, cómo no vas a preocuparte también de que se luzca tu vino en la copa. Aquí en fácil repasamos las claves de un cuidadoso servicio:
1.- Preocúpate al menos una hora antes de la temperatura de servicio de tu vino. Si es blanco, y no tienes tiempo ya de ponerlo al menos 12 horas en frío, ponlo al menos 20 minutos antes en una hielera llena hasta su tercera parte con hielo. El resto llenarlo con la botella primero y luego cubre hasta el cuello la botella con agua fresca de la llave. Si es un vino tinto, puedes dejar en el refrigerador una hora antes. Si no sabes cuál debe ser la temperatura ideal para cada estilo de vino, ayúdate con termómetros diseñados para tal fin y sigue nuestra tabla de sugerencias.
2.- Elige copas limpias, ojalá bien pulidas y de color transparente, para que cuando aprecies el color del vino no haya gotas de agua secas o tonos extraños que opaquen sus tonos y brillo.
3.- Prefiere descorchadores con cuchilla y los llamados de dos tiempos. La cuchilla es para poder cortar la cápsula debajo del gollete; los de dos tiempos (que son los que usan los profesionales) te permiten ayudar en el descorche mecánicamente, sin tener que hacer fuerza. Al descorchar sujeta la botella por el cuerpo, no por el cuello (así parecerá que estarás ahorcándose) y trata de no girarla; en su lugar gira tú tus manos para mover el tirabuzón del descorchador.
4.- El descorche perfecto: corta la cápsula debajo del gollete, para evitar que el vino nunca la toque. Una vez cortada y retirada, limpia el gollete con una servilleta. Retira luego el corcho lo más lento posible, evitando ocasionar ruidos molestos, a menos que quieras por supuesto que todos sepan que estás celebrando algo importante.
5.- Observa y huele el corcho en busca de algún problema, ya sea ocasionado por grietas o aromas desagradables. Porque un corcho con problemas significa botella con problemas. El productor debería asumir el costo y reponerla al menos en el restaurante. En el corcho se puede sentir olores a humedad o cartón mojado (defecto llamado Acorchado). También puedes observar grietas por donde el vino se haya escapado a la superficie, y así entrado en contacto con oxígeno.
6.- Sirve las copas a un tercio de su capacidad, idealmente mostrando la etiqueta a quien le sirves. Deja espacio libre suficiente en la copa para poder girarla sin que el vino en su interior se derrame. Girar el vino dentro de la copa permite expresar mejor sus aromas, al chocar con el vidrio; eso, sin manchar tu ropa tuya o la de cercanos, ni manteles o alfombras.
7.- Sujeta la copa cómodamente por su pie o base, con el fin de no transmitir calor al vino que contiene. Ello, si es que acaso el vino no está demasiado frío, y claro, si es que no buscas intencionalmente calentarlo. Para saber más detalles sobre cuáles son las temperaturas sugeridas de servicio mira el siguiente recuadro.
- Espumantes, Vinos Blancos y Vinos Dulces ligeros (entre 4y 6ºC)
- Vinos Blancos con cuerpo, Espumantes y Vinos Dulces complejos (entre 10 y 12ºC)
- Vinos rosados ligeros (entre 12 y 14ºc)
- Vinos rosados con cuerpo y Tintos ligeros (entre 14 y 16ºC)
- Tintos con cuerpo entre 16 y 18ºC)

8.- Si quieres mantener la temperatura correcta de la botella de vino una vez abierta, hasta que ésta se termine, colócala en la hielera con suficiente hielo para llegar a la temperatura que deseas servir.
9.- No recomendamos decorar la botella con servilletas alrededor de su gollete para evitar que la gota caiga al mantel. Puedes limpiar las gotas que vayan a caer con una servilleta. Más profesional te verás girando la botella con la misma mano que la sirves, justo mientras cae la gota, para cortar su descenso. Suena difícil, pero no lo es tanto. ¿Hemos hecho cosas mucho más complejas cierto?
10. – ¿Cuándo usar un decantador? Hay dos razones para trasvasijar un vino a otro recipiente de misa capacidad. La primera y más clásica es para separar sedimentos que han caído al fondo de la botella debido al largo tiempo de guarda que ha tenido el vino a descorchar en su botella. Para ello, lo más importante es tratar de dejar la botella de pie 24 horas, sino al menos unas 12. Si el vino es muy viejito debes tratar de trasvasijar con la mayor suavidad posible, y evitar que las borras (sólidos en el fondo) no caigan al decantador. Para ello, una vez que empezaste a trasvasijar, no te detengas, al hacerlo y retomar vuelo de nuevo habrás mezclado borras con vino cual ola en la arena. La segunda razón para decantar un vino es para oxigenarlo o apurar su evolución, considerando que lo has abierto demasiado joven. Eso ocurre con grandes vinos, de alto precio, que se descorchan con apenas cinco años o menos de guarda. Es un método digamos, para impacientes, y como tales deben trasvasijar el vino sin tanto cuidado; por el contrario, como si estuvieran apurados por beber lo antes posible. ¡Lo que a fin de cuentas es verdad!