No hay cosa que nos guste más que regalar momentos ricos a las madres, después de tanto cariño y esfuerzo que nos dedican durante todo el año. Como siempre, aquí ricas ideas para consentirla en su día y, por supuesto, siempre.
¿Etiquetas que sorprenden y no se olvidan? Ya le habíamos contado del arte genial en las etiquetas de las hermanas Schwaderer, y en particular la de su nuevo Riesling, que es puro ingenio para sorprender a mamá. Un éxito seguro si quieren celebrarle durante la noche, cerca del fuego. Aparecerán los ojitos de los jabalíes en el bosque; igual que ellas, como siempre presentes, aunque ausentes. Acompáñenlo fresco (entre 10 y 12°C) junto a tostadas o pan baguete untados con nuestros deliciosos patés de campo o grilletes de cerdo.
Para sacarle sonrisas a mamá, también sugerimos el espumante Aí! de Mujer Andina; además, así todo quedará entre mujeres que son tan, pero tan, multifacéticas que al final del día necesitan una rica copa de espumantes para detener el tiempo y relajarse. La protagonista de la etiqueta de este Brut (sí, bajo en azúcar, demás) se toma muy en serio ese relajo necesario, al meter la cabeza literalmente en la fuente de espuma. Un super dato más: viene en nuevo formato de 375 ml; es decir, para un par de copas por día sin perder burbujas. ¿Se imaginan regalarle a mamá una cajita de estas capsulas de relax bajas en calorías?
Si vuestras madres son de las que aman los vinos tintos corpulentos, pero suelen tener poco tiempo al final día para esperar a que se abran en la copa, y así disfrutarlos en su máximo esplendor… Sí, no son las únicas con este síndrome en días de locos… El mejor regalo para ellas, será adosar a su vino favorito esta joyita de cristal, llamada Centellino, la que ayuda a oxigenar los vinos mientras se llenan las copas. ¡Exacto! Es dos en uno: espectáculo para sus sentidos y funcional. Ideal para madres tan prácticas como estilosas.
Si tienen cerca a madres que son fans del Pinot Noir, les proponemos tres estilos diferentes nacidos en familias. El exitoso Pinot de Matías Riccitelli nos llega del otro lado de las alturas de la cordillera de los Andes: es de las nuevas generaciones nacidas en cunas de vino en Mendoza. De nuestra costa chilena, imperdible es el Pinot Noir de Villard, una familia francesa-americana, pionera de esta cepa en Chile y referente indiscutida. Y por último, por su posición en el mapa no más, les recomendamos el sureño Pinot de la familia Pandolfi Price; nacido en los suaves lomajes del Valle del Itata.
No saben qué les puede gustar más, no se rompan la cabeza, ¡recuerden que para eso tenemos nuestras Giftcard!
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