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PARA REGALAR O REGALARNOS EN FIESTAS DE FIN DE AÑO

Es tiempo de celebrar que todo parece estar volviendo a la normalidad y podemos volver a compartir con familia y amigos sin pantallas de por medio. También en este nuevo Fin de Año, es tiempo de regalar y regalonearnos con vinos especiales. Por eso hemos preparado una selección para todos los gustos, ocasiones y bolsillos.

Aquitania Paul Bruno Cabernet Sauvignon ($25.900). Si hablamos de leyendas dignas de descorche como plato de fondo para fiestas de fin de año, Paul Bruno es uno de ellas. Se trata del primer Cabernet Sauvignon de Viña Aquitania nacido en la cosecha 1993, de sus viñedos en el legendario sector de Quebrada Macul, Peñalolén. Destacado desde entonces por su elegancia y carácter de Viejo Mundo, ello, sin duda debido a sus socios fundadores: los amigos Paul Pontallier, quien fue gerente técnico del Primer Cru de Burdeos Chateau Margaux desde 1990 (fallecido el año 2016), Bruno Prats ex dueño de Château Cos-d’Estournel (Segundo Cru de Burdeos en Saint-Estèphe) y Felipe de Solminihac, agrónomo y enólogo chileno, entonces ex director técnico de Cousiño Macul. En 2002 se uniría al grupo Ghislain de Montgolfier, destacada personalidad de Champaña y viejo amigo de los tres mosqueteros iniciales. El Paul Bruno de hoy, cosecha 2016 (y en receso entre 2000 y 2015) sigue siendo 100% Cabernet Sauvignon. Más amable desde joven, renació para diferenciarse de Lázuli ($54.900) el gran tinto de la casa, también 100% Cabernet.

Siciliano Premium Cabernet Sauvignon 2017, Maipo ($14.990). Para los que buscan impactar con su presencia, el Siciliano Cabernet Sauvignon está hecho a la medida, por su botella estilosa y etiqueta que evoca cuento, fantasía y alcurnia. El vino fue un pedido a Viña Undurraga, elaborado por su enólogo Rafael Urrejola, nacido de los viejos viñedos de Cabernet que tradicionalmente les han entregado vinos menos corpulentos y a la vez más elegantes. Y el vino que es mezcla de 95% Cabernet Sauvignon y 5% Cabernet Franc, es justamente eso, elegancia. El Siciliano además, es de esos vinos, que gustará a todos, porque tiene una medida guarda en madera, medidos taninos y medida acidez; perfecto además para largas sobremesas de mantel largo, junto a quesos maduros y preámbulo de los infaltables postres navideños.

Chilla Sparkling en lata ($3.290). Si sabes que tu mesa de fiestas de fin de año no será de mantel largo, sino en mitad de la naturaleza y con fogata, el espumante en lata Chilla será tu alternativa; y son solo ver estrellas, sino beberlas. Daniel Pérez Pallares y Pablo Torlaschi crearon este concepto apostando por la innovación con nuevos empaques que buscan dar valor agregado y generar experiencias en torno al vino. Inspirado en el zorro chileno del mismo nombre que vive libre desde el desierto hasta los hielos del sur, la apuesta de Chilla es para quienes no siguen las reglas, aunque nuestro consejo es no olvidarse en casa de las copas.

Vultur Carignan Toromiro 2018, Colchagua. Para los más revolucionarios, que harán alguna carne al jugo en Noche Buena o Año Nuevo, les recomendamos el Carignan de Vultur Toromiro 2018 ($9.900), un tinto de gran cuerpo y deliciosa acidez, que en la mesa no dejará a nadie indiferente por su origen contra la corriente: el Valle de Colchagua. Y es que si bien la cepa Carignan en Chile se ha dado a conocer por sus grandes exponentes maulinos, especialmente del proyecto VIGNO, los creadores de Vultur, el matrimonio de agrónomos- enólogos Alejandra Toro y Daniel Miranda, encontraron un vejo viñedo en su propio territorio, y quisieron saborearlo en sus copas. Así es cómo, Toromiro 2018, es ese vino que tiene la fuerza del Carignan del secano del Maule junto al carácter amable que da Colchagua entre sus Cordilleras.

 

Escándalo Wine Pipeño, Colchagua ($8.990). Para los que quieren aportar a una junta familiar un poco de chilenidad y romper esquemas, está el pipeño de Mauricio Veloso, elaborado con 50% País y 50% Cinsault a la manera tradicional del secano de Chile. Eso quiere decir, con la mínima intervención en viñedo y bodega. Este tinto, ideal para beber aún joven y servido entre 14 y 16°C, con sus sabrosos aromas y sabores a frutas rojos y cuerpo medio a ligero, será compañía perfecta de preparaciones veganas tibias, tanto como carnes frías y antipastos, o esa cocina más fresca necesaria en las Navidades más propias del verano.

Clos de los Siete Blend -botella Magnum- 2016, Mendoza ($39.900). Para los que no pueden esperar más volver a viajar del otro lado de la cordillera, y aman sus tintos, recomendamos esta estrellita mendocina nacida de la mano del famoso asesor francés Michel Rolland. Considerado un clásico del último siglo del vino argentino, Clos de los Siete nace de un colectivo de viñedos vecinos del mismo nombre, donde cada uno aporta la mitad de sus propias uvas para hacer un gran vino. Monteviejo, Cuvelier Los Andes, DiamAndes y Bodega Rolland son las cuatro bodegas, ubicadas a 1.200 msnm en el Valle de Uco, que integran este exclusivo Clos. Con la mitad restante de sus uvas, cada una elabora los vinos de sus propias marcas. El corazón de Clos es siempre Malbec, pero el resto depende de la añada: 2016 está elaborado con 54% Malbec, 18% Merlot, 12% Cabernet Sauvignon, 12% Syrah, 3% Petit Verdot y 1% Cabernet Franc. Su gran formato magnum (equivalente a dos botellas de 750 ml) asegurará un descorche bien aplaudido, por show, y cómo no, por su delicioso contenido.

Aleanna El Enemigo Cabernet Franc 2017, Mendoza ($29.990). Un campeón literalmente, es este Franc reconocido por ser uno de los dos primeros vinos que recibieron los 100 puntos de la revista americana Wine Advocate. Alejandro Vigil, el más premiado enólogo de Argentina, y enólogo en jefe de la bodega Catena, es su hacedor. Adrianna, viñedo propiedad de viña Catena, en Gualtallary (Valle de Uco) es la fuente de las uvas que Vigil conoce tan bien al derecho y al revés. Co-fermentado con algo de Malbec, este Franc tiene una crianza 15 meses en fudres de roble en la bodega Aleanna, el proyecto familiar de Vigil, donde además sus Enemigos son protagonistas en su restaurante abierto de todo público todo el año, y sí, definitivamente un imperdible en vuestro próximo viaje a Mendoza.

Riccitelli Pinor Noir 2018 Valle de Uco ($24.990). Un cactus nativo de la Cordillera de los Andes ilustra la etiqueta del Pinot de Gualtallary, elaborado por el joven y famoso enólogo Matías Riccitelli, quien creó este su proyecto personal el año 2009. Con bodega y viñedos propios en las alturas del Valle de Uco, este Pinot de sol y desierto (dos condiciones contrarias a la cuna de esta cepa tinta de Borgoña) es una sesta de frutas rojas bien coloreadas, y de deliciosa acidez. Fermentado y guardado en barricas, es la perfecta compañía para ensaladas frías y pavos asados fríos o calientes, acompañados con toda la enjundia de las Fiestas de Finde Año.