Quieres festejar a mamá junto al vino, y que no piense que el regalo es para ti. Aquí tenemos buenas ideas con el potencial de convertirse en momentos deliciosos e inolvidables. ¿¡Lo mejor?! Los tendrás con sólo un par de clics y sin salir de Santiago Wine Club.
Si a tu madre le gustan los espumantes y añora una visita al Sur de Chile, su aire limpio y sus preciosos paisajes en otoño, piensa en sorprenderla con el fantástico espumante Sol de Sol de Viña Aquitania. Por muy pocos conocido, y de sobria etiqueta, es uno de los mejores del mercado. Con delicadas burbujas y deliciosa acidez será compañía perfecta en el aperitivo para las láminas de salmón ahumado en frío de Yahgan. Y para que ella sienta que no te has olvidado de nada, acompaña el salmón con un toque más especial, aún, las crujientes galletitas Saca Pica con cúrcuma y sésamo.
Si sabes que sus vinos preferidos son los blancos tranquilos, hay un par de etiquetas que sabemos nunca olvidará. Partamos por la más jovial, Angelina White Angel, un Sauvignon Blanc de etiqueta angelical, con una boca golosa, que será compañero ideal de sabores intensos pero magros, como las berenjenas escabechadas o ahumadas de Toty. ¿Pensando mejor en un Chardonnay con el dulzor de una prolongada guarda en madera? Entonces elige el Chardonnay que elaboran las hermanas Schwaderer. Su etiqueta de fábula, será la compañía perfecta para los sabrosos quesos hechos en Curicó pero con saber-hacer francés, de la casa Affiné.
¿Estamos acaso ante una madre que ama los regalos con sentido? Pues el Moscatel de Alejandría Los Confines lo tiene. Este vino blanco es elaborado con uvas de un viejo viñedo de Capitan Pastene, plantado dentro de las instalaciones de una gendarmería. Salir a cosechar sus uvas es uno de las cosas lindas que hacen sus reos en este campo. Muy floral en sus aromas, y delicado en boca, acompañará el especiado grillete de cerdo de la cocinera francesa Hélene de Fleurac. Ahora, quieres que el viaje virtual a Francia sea completo, elige el Pinot Blanc de Domaine Aimé Stentz, de la Apelación Alsacia. Otro lindo blanco con encantadores perfumes a flores blancas.
Si tu madre gusta de las aventuras y sabes que le encantan los vinos rosados, atrévete a sorprenderla con un País de la viña Gillmore. Se trata de un vino rosado muy jugoso, con sabores a frambuesas y rica acidez, ideal para acompañar el sabroso Jamón Serrano de La Lobería, e incluso sus chorizos chilenos. Bueno, si es que estás pensando preparar algo de picoteo antes prender la parrilla.
Ahora si estás buscando un Carmenére, porque sabes que es su cepa tinta favorita, te recomendamos el de Alchemy. Se trata de un vino de autor muy especiado y de taninos muy muy suaves, que será compañía perfecta para el adictivo charqui de Wagyu de La Lobería. Si es vegetariana, no hay problema, compaña con las tostaditas Saca Pica y la trilogía de hummus de LoveCo, con versión hummus ajo chilote merken, hummus aceituna pimiento y hummus lentejas almendras. ¿Con cuál más rico? No tendrán que decidir.
Si le prometiste un vino icono, de otras ligas, el primer Icono que se hizo de Carmenére en Chile será una gran elección. Se llama Alka y es de los hermanos Lurton; elaborado en el valle de Colchagua. Les recordará a los más finos chocolates bitter, con sus notas especiadas dulces y delicados taninos. La mamá dirá ¿y los chocolates? Tú los tendrás bajo la manga. Y no serán cualquiera. Serán los de Obolo, elaborados en Chile desde el grano de cacao hasta la tableta. ¿Pensado para el Carmenére? Elige el que lleva merkén; para disfrutar junto al café como postre, el que es solo 70% cacao. Y para ella, solita, nuestro favorito, Obolo 70% cacao con granitos de sal de Cahuil. Una delicia inolvidable.